Guernica como proceso social

¿Qué nos aporta analizar el arte desde una perspectiva sociológica? ¿Tiene algo que ver siquiera el arte con la sociología? Cuando pensamos en una obra de arte, se nos viene a la mente una imagen, visionamos en nuestra imaginación la apariencia física de esta obra. Evidentemente la obra de arte es algo mucho mayor que una impresión en nuestra mente que nos recuerda cómo se ve dicha figura. Para empezar cada obra de arte es hija de su tiempo, de la misma manera que lo es el autor de esta. Cuando un autor está llevando a cabo su obra artística, éste deja patente voluntaria o involuntariamente una serie de elementos que aportan información al ojo experto. Esto puede verse en base al estilo en el que el artista se exprese, la técnica que use, los materiales o según la temática que éste aborde y la forma en la que lo haga. La forma más evidente de manifestación es el uso de ciertos elementos como símbolos que, incluidos en la obra, puedan aclarar el sentido de esta. Todos estos elementos y otros muchos pueden dar una ingente cantidad de información que puede ser analizada desde múltiples puntos de vista, un análisis artístico puede darnos cierta información, un análisis histórico nos dará otra y un análisis sociológico puede aportar mucha más información ya que trata un espectro de temas mayor que ya de entrada integra otros temas como la historia.

En definitiva, en ningún momento una obra de arte es solo un objeto artístico. Se trata entonces de un registro de mucha información, de muchos aspectos y concerniente a múltiples disciplinas, en el código poco usual que es la expresión artística.

Además de esto último, la “vida útil” de la obra artística no termina con su creación o exposición ni con su posterior análisis. La obra pasa a formar parte del mundo del arte y del mundo en general como un nuevo agente, que puede ser el eje entorno al cual giren muchas nuevas acciones. Puede convertirse en emblema para múltiples causas, ilustrar una realidad pasada o presente, inspirar nuevas obras, puede actualizar su significado si es compatible con nuevos aspectos de la vida, etc.

Pocas obras de arte pueden representar mejor todo lo explicado anteriormente que el más que famoso Guernica de Pablo Picasso. En esta actividad analizaremos desde una perspectiva sociológica esta obra y trataremos de indagar en las siguientes preguntas: ¿influyen las relecturas de una obra de arte en su cadena de revalorización social y de mercado? ¿De qué forma apreciamos estos cambios en el Guernica y cómo se reflejan en la documentación seleccionada? Para ayudarnos en esta tarea contamos con la web Repensar Guernica creada por el Museo Reina Sofía. En esta página web encontramos un registro con más de 2000 archivos relacionados con este cuadro. De entre todos estos elementos nos serviremos de cuatro que nos permitirán comprender de qué manera ha marcado esta obra a nuestra sociedad y porqué lo ha conseguido.

 

Para alcanzar a ver la magnitud de la influencia de este cuadro en el mundo en que vivimos, hay que empezar por entender el nacimiento de la obra y lo que ella representa.

En el año 1937, en plena guerra civil española, la población de Guernica fue bombardeada por tropas alemanas e italianas. El mismo año se le pide a Pablo Picasso que realice una obra para figurar en la Exposición Internacional de 1937 en París y él creó esta inolvidable pintura.

Para ayudarnos a entender la intención de la pintura nos serviremos del archivo “How to Look at a Mural: Guernica” (Ad Reinhardt, 1947). En esta ilustración se desglosa el gran cuadro, destacando y explicando algunos de los elementos más importantes. Comienza por presentar la obra al observador con una breve introducción que explica el contexto en que la obra fue concebida. Acto seguido se ven algunos detalles extraídos de la obra, estos describen a la perfección los horrores de la guerra, el sufrimiento y angustia que acontecimientos de este estilo causan a las personas. También se encuentran gran cantidad de símbolos, como la flor o el ojo que crea la bombilla que ilumina en la parte alta de la obra. Pero a pesar de todos los elementos que podemos encontrar en el frenesí de imágenes que es el Guernica, no somos capaces de ver ninguna alusión directa que relacione esta pintura con el bombardeo que le da nombre, mas allá del título de la obra. Este pequeño detalle resulta ser una característica muy importante en el papel simbólico que jugará este cuadro más adelante.

El Guernica fue creado durante la Guerra civil española como protesta al bombardeo de civiles y en contra del bando nacional. A día de hoy muchas de las personas que lo han estudiado lo primero que este cuadro les transmite no tiene que ver con estos acontecimientos. El Guernica ha trascendido el plano que tenía originalmente pasando a ser un símbolo generalizado a nivel mundial en contra de la guerra, a favor de los refugiados de guerra y contra cualquier régimen fascista. ¿A que se debe esta maximización del significado y reconocimiento de este famosísimo cuadro? Hay dos razones principales para ello, el primer motivo es de entrada la gran fama que Picasso disfrutaba en el momento en que creó la obra y la generalizada aceptación y buena recepción por el público y sistema de arte, que le dio mucha visibilidad a la obra. La segunda razón y muy importante es lo mencionado anteriormente, en ningún elemento de la composición encontramos ningún rastro ni pista de ningún tipo, que relacione directamente la pintura con los acontecimientos del 26 de abril de 1937 en Guernica, lo que a voz de pronto podría parecer un error importante con el tiempo demostró ser una estrategia formidable, pues esto permitió relacionar esta pintura con múltiples movimientos y causas a lo largo de la historia que siguió. Tras la Guerra Civil española y la Segunda Guerra mundial todos sabemos que las guerras no cesaron, Vietnam, Irán e Irak, Afganistán y un largo etcétera conforman la lista de conflictos bélicos del siglo XX. Y a lo largo de todo el tiempo en el que estas tensiones y disputas en las que diferentes países luchaban entre sí, el Guernica fue actualizando su significado y aplicado a las protestas pacifistas que luchaban por el fin del conflicto por el bien de las personas afectadas por ello. De esto son excelentes ejemplos dos de los documentos que podemos encontrar en la web Repensar Guernica, la fotografía de 2016 “Manifestantes Sostienen un Tapiz de Guerra” (Peter Marshall, 2016) en una manifestación en Londres en protesta por la muerte de refugiados sirios, y el cartel de 2003 “No a la Guerra” (Autor desconocido, 2003) que protestaba contra la guerra de Irak aprovechando la gran expresividad de la madre desolada que sostiene a su hijo muerto y el conocimiento generalizado sobre la obra de Picasso.

La unión del conocimiento del origen de la obra, su contexto y la repercusión que tuvo en sus inicios, apoyada por el archivo “How to Look at a Mural: Guernica” nos aporta una base teórica sobre la primera parte de la historia de este cuadro, pero como ya mencionamos anteriormente la vida de un cuadro no termina ahí, el Guernica se convirtió en un actor del sistema del arte y de toda la sociedad pasando a representar e inspirar muchas protestas, obras artísticas y movimientos pacifistas en todo el globo. Y es que se trata de un sistema orgánico que algunas personas, como Tony Safrazy, no dudan en catalogar como algo vivo, por que gracias a la interpretación simbólica y espiritual somos capaces de relacionar todo aquello que gira entorno al cuadro y aquello que este desencadena como algo propio de un elemento con vida propia, con un espíritu que lucha por aquello para lo que fue creado.

 

En una entrevista hecha a Tony Safrazy en 2019 que consta en el apartado “Historia oral” de Repensar Guernica explica la importancia que tuvo el cuadro en la lucha en contra de la Guerra de Vietnam. Según Safrazy a finales de los años 60 y principios de los 70 la Guerra de Vietnam impacto fuertemente en la población estadounidense, las personas siguieron muy de cerca el avance de los acontecimientos y quedaron horrorizados por los actos que tuvieron lugar a lo largo de este conflicto. En este momento el arte adoptó una postura firme en contra de la guerra dando lugar a multitud de obras de arte que se manifestaban abiertamente como antibelicistas, pidiendo la paz y el cese del conflicto. Debido a su fuerza simbólica y a su tremenda representación del sufrimiento creado por la guerra, el Guernica se ve envuelto en este momento como un emblema, un estandarte de la lucha por la paz y por los derechos de las personas.

 

Volviendo a la pregunta de si influyen las relecturas de una obra en el proceso de revalorización social y de mercado, creo que a estas alturas podemos afirmar firmemente que sí, y más aun en una obra como el Guernica de Picasso, ya que precisamente gracias a este fenómeno ha logrado convertirse en una obra atemporal, infinita, reconocida por todos cómo un símbolo universal del “no a la guerra” y posiblemente sea recordada así para el resto de la historia. Ha pasado esta obra por varias fases de reconocimiento empezando por su primera exposición en 1937 cuando ya de entrada fue bien recibida por todos y consiguió fama instantánea, tras esto viajó por muchos países inspirando a aquellos que podían verla en persona. En las siguientes décadas pasó gradualmente a ser reconocida por mucho más de lo que había sido antes, que no era poco, tanto otros artistas como las multitudes empezaron a apoyarse en el poderío simbólico y expresivo del Guernica para mostrar sus convicciones pacifistas, alcanzando un nuevo nivel de fama y aceptación con la Guerra de Vietnam. Pasada esta guerra el Guernica no cayó en el olvido, ha seguido siendo la obra de arte más citada y con más referencias en los círculos de protesta contra la guerra y por la defensa de los derechos de refugiados de guerra. No puede haber una mejor manera de mantener viva una obra de arte que esta, en la que no solo se mantiene su recuerdo y significado, sino que a medida que pasan los años va creciendo de forma natural. De manera que la respuesta a la pregunta de si pueden hacer las relecturas en la revalorización de una obra de arte es un rotundo sí. En el caso del Guernica esta revalorización es más que positiva, aun que no tiene por que ser así en todas las situaciones, algunas obras pueden tener discursos que queden desfasados en el tiempo o que incluso sean opuestos a lo que opine la cultura en la que se encuentre y eso puede afectar de forma negativa a su valor y aceptación en nuevas lecturas, aun que nunca debemos olvidar que cada obra fue realizada en un momento determinado y respondiendo a una serie de estímulos, de manera que algo que podría estar aceptado de forma general en un momento dado de la historia no tendría por que  estarlo en otros y no por ello deja de ser una obra de arte.

Volviendo al caso del Guernica los documentos citados expresan a la perfección cada uno de los escalones en los que se ha ido encontrando a lo largo de su vida y cómo ha interactuado con el mundo que lo rodea.

En cuanto a la segunda pregunta “¿de qué forma apreciamos estos cambios en el Guernica y cómo se reflejan en la documentación seleccionada?” También es bastante evidente el paso de la representación de un caso concreto, debido a la inmediatez y la importancia del bombardeo a Guernica, el cuadro durante cierto tiempo representó la lucha contra los regímenes fascistas de la época de la II Guerra Mundial, pero con el paso de los años pasó a canalizar y representar las ansias de una sociedad de conseguir paz entre las naciones.